Objetivo conseguido: 30 minutos de ejercicio al día gracias a las bicicletas eléctricas

Objetivo conseguido: 30 minutos de ejercicio al día gracias a las bicicletas eléctricas

Sabemos que la movilidad eléctrica es el presente porque no contamina y libera a la atmósfera del temido CO2. Pero es que además de eso es también una forma más que recomendable de mantenerse activo en el día a día sin alterar nuestras obligaciones y costumbres.

A menudo, relegamos los momentos de ejercicio físico al tiempo libre en vez de incluirlo entre nuestros quehaceres diarios. Y es normal. Vivimos tiempos frenéticos, en los que parar e invertir en nosotros mismos es a veces muy complicado.

Las ebikes invitan a moverse. Los recorridos largos son más asumibles y esto hace que te subas a ellas sin pensarlo demasiado. La posibilidad de combinar el pedaleo asistido con el manual hace que la idea de reemplazar los viajes en automóvil no resulte tan descabellada.

No se trata de cambiar tu rutina de forma significativa, si no de incorporar un nuevo medio de transporte en el que tú también participas del movimiento. Y gracias a esto conseguir una rutina de vida saludable es más fácil. Ya casi tienes tus 30 minutos de ejercicio físico diarios.

Pásate al transporte saludable

Hacer ejercicio de manera regular puede reducir en gran medida la posibilidad de padecer enfermedades cardiovasculares, derrames cerebrales, diabetes, etc... Según los expertos, es necesario moverse al menos 30 minutos diarios realizando algún ejercicio moderado. Esto significa, que dicho ejercicio sea lo suficientemente intenso como para estimular el corazón y los pulmones. De esta manera, los ejercitamos y se van haciendo más fuertes y resistentes.

Una buena manera de realizar estos ejercicios diarios recomendados es con una bicicleta eléctrica. Acostumbrarnos a usar como medio de transporte habitual un vehículo que hace que estemos en movimiento nos facilita la estimulación de órganos tan importantes como el corazón o los pulmones sin apenas darnos cuenta.

Adiós al sedentarismo del volante

Hemos normalizado el hecho de acudir a cualquier lugar en automóvil. De manera que, no aprovechamos las transiciones del día en las que nos desplazamos para hacer ejercicio físico. Dicho de otra manera, en los momentos en los que podríamos movernos, por lo general, nos transportamos sentados.   

¿Y si sustituimos estos momentos de sedentarismo total por el pedaleo momentáneo de la bicicleta eléctrica? Elegir esta opción nos favorecerá en todos los sentidos. Podremos elegir el pedaleo asistido para esos momentos en los que no queremos esforzarnos demasiado y combinarlos con el pedaleo manual ocasionalmente para subir un poco más la intensidad del ejercicio.

Piensa que, aunque prácticamente no pedalees de forma manual, sigues estando en un movimiento constante, y sin esfuerzo. Mucho mejor, sin duda, que el estado de reposo absoluto en el que nos encontramos al transportarnos en automóvil.

Recorre largas distancias sin esfuerzos

Con una bicicleta eléctrica puedes llegar mucho más lejos con un esfuerzo muy asumible. No importa que el terreno presente una pendiente muy empinada ni que haga más calor de lo habitual, llegarás en perfecto estado. Sin sudores ni jadeos.

Usar una bicicleta eléctrica te ayuda a estar más conectado con tu cuerpo y tus necesidades fisiológicas. Y, además, no es necesario renunciar a la comodidad de un transporte en el que solo tienes que sentarte y disfrutar del aire en la cara y el pedaleo asistido.

¡Son todo ventajas!

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